En este caso las lágrimas son el precio que pagamos por disfrutar de un buen sabor y de muchas ventajas nutricionales. La cebolla forma equipo con el aristocrático ajo chalote, el suave puerro, el herbáceo cebollino, la intensa cebolleta y el firme ajo entre las 5000 especies pertenecientes al género Allium. La Allium cepa es una planta antigua que ya conocía Alejandro Magno y que los israelitas comieron durante su cautiverio en Egipto.
La cebolla es una fuente rica de nutrientes (como las vitaminas B, C y G), proteínas, fécula y otros compuestos esenciales. Los elementos químicos de la cebolla son agente eficaces contra el crecimiento de hongos y bacterias; previenen el cáncer de estómago, colon y piel: tienen propiedades antiinflamatorias, antialergénicas, antiasmáticas y antidiabéticas; combaten las causas de desórdenes cardiovasculares, incluida la hipertensión, la hiperglicemia y la hiperlipidemia; y, además, inhiben la aglutinación de plaquetas.
Las lágrimas aparecen por los aceites volátiles que contribuyen a otorgar a las plantas Allium sus sabor característico y que contienen un tipo de moléculas orgánicas denomiadas sulfósidos de aminoácidos. Al cortar el tejido de una cebolla, esta libera moléculas que convierten los sulfósidos de aminoácidos en ácidos sulfénicos. A su vez, estos ácidos se reorganizan para desencadenar las lágrimas. También se condensan para dar unas moléculas que le dan el oro a acre asociado a la cebolla picada y al que a menudo se le atribuye, erróneamente, el lagrimeo.
La superficie frontal protectora del ojo, la córnea, posee fibras que activan las glándulas lacrimales.
Existen varios modos de resolver el problema del lagrimeo con las cebollas. Se puede calentar la cebolla antes de picarla para desnaturalizar las enzimas (moléculas que favorecen la formación de ácidos sulfénicos). También se puede evitar al máximo que nos lleguen los efluvios: picando la cebolla al aire libre cuando corra viento, bajo un chorro de agua o mediante algún artilugio mecánico que mantenga la cebolla dentro de un recipiente cerrado. Hay quien afirma que las lentes de contacto atenúan el efecto.
"Cuestiones curiosas de la ciencia" Scientific American.
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